No se puede educar a alguien que no quiere ser educado (o sí, por la fuerza, pero "no interesa"; más libros=más libres). Pero igual de difícil tiene que ser educar a alguien cuyos padres aún creyendo estar bien educados, les falta lo más básico, quizás humildad. La sociedad en que vivimos nos exige ser competitivos, nos enseñan a ser fuertes ante los problemas, ante el prójimo. Cuando el sr.Director de mi colegio llamaba a mi padre para que fuera a hablar con él, se me caían hasta los cromos de los bolsillos y, aunque nunca fue nada grave en ningún momento se le ocurrió a mi padre darme la razón por mucho que yo dijera que la tenía. Yo lo recuerdo anecdótico y creo que si ello ha tenido alguna consecuencia ha sido positiva. Cuando yo he tenido que hacerlo, reconozco que ha sido un poco doloroso ya que mi niña lloriqueaba como calimero; pero, si yo le hubiera dado la razón; aunque ella creyera que la tenía, se hubiera roto el respeto hacia la profesora y poco tiempo después hubiera caído el respeto hacia mi, y después qué.
Los padres que defienden a sus hijos ante actitudes disciplinarias por parte de los entes o agentes de la sociedad, deberían volver a la escuela y aprender que lo duro que fue en un tiempo también tenía su parte buena. Al menos había respeto.Ver vídeo-Analfabetismo Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario